"Casa Vieja": Sabores de la tierra, historias del corazón.
Rosa Elena Suárez Ramírez, una habitante de la hermosa vereda de Hojancha, ubicada en el municipio de Pamplonita, Colombia, ha tejido una historia de perseverancia y éxito a través de su emprendimiento, ‘Casa Vieja’. Desde la tranquila belleza rural de su hogar, Rosa cultiva y transforma frutas en productos deliciosos, brindando a su comunidad una experiencia gastronómica única.
En las palabras de Rosa, su emprendimiento se define por «bocadillos de fresa, ciruela, durazno y mora; mermeladas de durazno; vinos artesanales de duraznos, mora, ciruelas, fresas y arequipes artesanales con mermelada de mora o sin acompañamiento.» Pero ‘Casa Vieja’ es mucho más que una marca; es un testimonio del esfuerzo, la dedicación y la pasión de una familia campesina que trabaja en armonía con la tierra.
En ‘Casa Vieja’ se trabaja en equipo, con la familia unida en cada etapa del proceso. Rosa nos cuenta: «A veces cuando hay muchas cosas por hacer viene mi hermana a ayudarme o tengo dos nueras que también me colaboran bastante. Trato de que la familia, cuando pueden, estén integrados con esos procesos para que me colaboren y así generar un poquito de empleo a ciertas personas.»
La historia de Rosa con Alianza BioCuenca es un ejemplo de cómo el apoyo puede transformar un emprendimiento. «En el 2019», recuerda Rosa, «la señora Marta Triana me contó sobre los beneficios que podía acceder a través de Alianza BioCuenca, e pidieron que escribiera una carta expresando mis necesidades y deseos para mi emprendimiento, yo como vivo en el campo aquí no hay ni wifi ni computadora”, Rosa escribió una carta a mano y la envió por WhatsApp. “Como a los 8 días me dijeron que sí, que yo salí favorecida y que la demora era que ellos se reunieran para empezar a hacer los acompañamientos de los procesos».
Alianza BioCuenca no solo brindó apoyo técnico, sino también mejoras físicas en la finca. Rosa recuerda con asombro: «La sorpresa, como al mes, fue que llegaron ingenieros, me explicaron los apoyos que nos iban a dar, como el arreglo de la cocina y el cuarto, también me dieron una licuadora industrial, un mesón en acero inoxidable, unos cuchillos en acero inoxidable para cortar los bocadillos, una gramera y un refractómetro que es muy esencial para mi emprendimiento».
Los logros y desafíos de ‘Casa Vieja’ son notables, Rosa señala con orgullo: «Los desafíos es darnos a conocer como empresa y a nuestros productos. Al comienzo fue un poquito difícil porque es un producto nuevo y a veces pega o a veces no pega, pero la gente nos ha empezado a reconocer y ha sido uno de los logros, cuando mencionan a ‘Casa Vieja’ saben qué es y qué vendemos».
Rosa también enfatiza su compromiso con la conservación de la naturaleza: «Antes de entrar a este proyecto, siempre he sido partícipe de cuidar y defender la naturaleza. En esta finca tenemos alrededor de 6 a 7 años y el nacimiento de agua es parte fundamental porque es una fuente hídrica que es para el consumo humano, animales, cultivos y para todo.»
Rosa invita a todos a apoyar a emprendimientos como el suyo: «Invito a que nos sigan apoyando, pues somos familias campesinas que dependemos del campo, tratamos de darle otras oportunidades a otras personas en empleo y estamos apoyando mucho a las mujeres porque las mujeres somos muy berracas para el trabajo, nos le medimos a lo que sea y no le tenemos miedo a nada y somos familias que estamos en pro de la defensa de los páramos y si nos apoyan, nosotros seguiremos en el campo, seguimos trabajando para este mismo medio».
‘Casa Vieja’ no solo representa una fuente de productos deliciosos y saludables, sino también un testimonio de la determinación, la unión familiar y el amor por la tierra, apoyar a emprendimientos como el de Rosa es apoyar la sostenibilidad, la comunidad y la riqueza de la tradición campesina en Colombia.