Albeiro Toloza, el fundador de esta iniciativa, comparte su historia más que orgulloso:

«Inicialmente lo hacíamos de manera muy artesanal, con poco conocimiento y mucha pasión. Nos llamaba la atención la conservación de las abejas, un eslabón vital en nuestro ecosistema. La mayoría ama la miel, pero no aprecia a las abejas. Nosotros nos hemos dedicado a cambiar eso.»

El camino no ha sido sencillo, pero con el tiempo y el esfuerzo constante, Naturabejas ha ido creciendo y ganando reconocimiento en la región. Su trabajo consiste en rescatar abejas de diferentes áreas del municipio, proporcionándoles un refugio seguro en su guardería de abejas en la finca:

«Donde hay abejas, nos llaman, y nosotros vamos. Las ponemos en cajas de madera y las traemos a la guardería. Allí las cuidamos y observamos su trabajo diario», explica Albeiro.

La familia, compuesta por dos adultos y tres niños, ha mejorado sus procesos gracias al apoyo del proyecto MiParamo, una iniciativa que ha brindado capacitaciones y recursos para el cuidado del entorno natural. Con el tiempo, han diversificado sus actividades hacia la agricultura orgánica, plantando árboles nativos y cultivando de manera sostenible.

El apoyo técnico del proyecto MiParamo ha sido crucial en el desarrollo de Naturabejas, permitiéndoles mejorar la calidad de su producto y optimizar sus procesos de producción:

 «Nos dieron un giro completo. Nos ayudaron con infraestructura, materiales, y nos brindaron acompañamiento continuo», señala Albeiro con gratitud.

Pero más allá del crecimiento empresarial, el verdadero corazón de Naturabejas sigue siendo su compromiso con la conservación de las abejas:

«Lo más importante para nosotros es preservar a las abejas. Queremos que esto sea un legado, que trascienda generaciones. Por eso estamos enseñando a nuestros hijos, para que continúen con esta labor», afirma Albeiro con determinación.

Naturabejas no solo ofrece una miel de calidad excepcional, sino que también representa un ejemplo inspirador de cómo la pasión, el compromiso y el cuidado del medio ambiente pueden convertirse en un exitoso emprendimiento familiar, con impacto social y ambiental positivo. En la finca El Milagro, el milagro de la conservación de las abejas y la producción de miel natural es una realidad palpable, gracias al arduo trabajo y la dedicación de la familia Toloza Santos.

Para combatir el declive de los polinizadores, es esencial adoptar prácticas agrícolas más diversas y reducir la dependencia de productos químicos tóxicos. Estas acciones no solo aumentan la polinización, sino que también mejoran la calidad y cantidad de alimentos, beneficiando tanto a las poblaciones humanas como al ecosistema.

El Día Mundial de las Abejas 2024 es una oportunidad para reconocer la importancia de los polinizadores y el papel crucial de la juventud en su conservación. A través de la educación, la acción comunitaria y el apoyo de políticas sostenibles, podemos proteger a estos valiosos insectos y asegurar un futuro más seguro y equilibrado para todos. Las abejas y otros polinizadores son esenciales para la vida en la Tierra, y su protección es una responsabilidad compartida que debemos asumir con urgencia y compromiso. Historias inspiradoras como la de Naturabejas demuestran que con pasión y dedicación, es posible crear un impacto positivo tanto en la comunidad como en el medio ambiente.